jueves, 25 de octubre de 2012

Bienvenido al mundo real: un quiero y no puedo

Si en la entrada anterior éramos niños que hablaban sobre lo que iban a ser de mayores, en esta hemos crecido, y nos hemos dado de bruces con la realidad.

Hoy nos toca recorrernos los principales portales de búsqueda de empleo. Saber qué demandan las empresas es clave para adaptarnos a los requerimientos. Y si busco sobre mis preferencias (planner, copy, gabinete de comunicación o relaciones públicas) mis ganas de comerme el mundo me comen a mi.

En principio, he constatado que tenemos dos opciones: 

1) Tener experiencia: entre 1 y 3 años en puesto similar es el perfil más demandado. La remuneración va desde "no está mal" a "vaya, ojalá algún día ESA sea mi nómina". 

2) No tener experiencia: Esta nos interesa un poco más. ¿Problemas? Varios. Por un lado, la mayoría de estas ofertas se encuentran en Madrid o Barcelona (bueno, nos mudamos); pero por otro lado, éstas exigen poder realizar convenios con tu universidad, por lo que debes seguir estudiando. Y disculpen si me equivoco, pero creo que hay una ley física que no me permite estar en dos sitios a la vez (adiós a una oferta de prácticas perfecta por este motivo). Esto nos deja en clara desventaja a los alumnos que no cursemos nuestros estudios en alguna de las principales ciudades españolas.

El salario en esta segunda opción ya es otro tema. Está claro que con las remuneraciones ofrecidas es imposible vivir en estas ciudades, con un nivel de vida superior al de la terreta alicantina. Así que nuestros padres tendrán que mantenernos aún unos años más.

En cuanto al tema de habilidades, es importante que tengamos claro que las limitaciones de los puestos son cada vez más difusas y que se busca gente flexible que controle diversas áreas. En este sentido, creo que es imprescindible explotar todos nuestros gustos e intereses, aunque, a simple vista, no tengan absolutamente nada que ver con el puesto de trabajo en sí. 

Y por supuesto, idiomas. En inglés se da ya por supuesto, y es recomendado un segundo. Creo que la mayoría debemos trabajar seriamente en este tema (un saludo a mi amigo Roberto, por ser la envidia de nuestro grupo, con su dominio de idiomas).

Y para terminar, el tema de limitación geográfica. Mis preferencias pasan por España, sin importar la ciudad, y, en segunda opción, irme fuera. Vivir en el extranjero hace que te des cuenta de que si, Spain is different, pero que (modernizándonos un poco), I need Spain.


Sin embargo, lo que no puedo permitirme es estar cruzada de brazos en casa. Porque ni puedo ni quiero. Tengo muy claro que me encanta estar aquí, pero que los límites no existen. Como decía en mi descripción, creo firmemente en que todo pasa por alguna razón, ya veremos qué nos depara el futuro.




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